1. Fábula con valores para niños: "La liebre y la tortuga"
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque era el animal más veloz. También era vanidosa y constantemente se reía de la lenta tortuga.Un día, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una apuesta a la liebre.
- Estoy segura de poder ganarte una carrera - le dijo.
La liebre, muy divertida, aceptó y todos los animales se reunieron para presenciar la carrera.
Confiando en su velocidad, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando.
Un rato después, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo, tanto que se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar. Varias veces repitió lo mismo, le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha.
Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida. Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera.
Moraleja: no hay que burlarse jamás de los demás.
"Fábula del león y el ratón"
2. Fábula con valores para niños: "El león y el ratón"
Érase una vez, un león que dormía junto a un árbol, cuando un ratón se le acercó y comenzó a correr hacia arriba y hacia abajo sobre él. Esto despertó al león, que colocó su enorme pata sobre él y abrió sus grandes mandíbulas para tragárselo.
- Perdóname esta vez, oh rey, nunca lo olvidaré: ¿quién sabe, quizás pueda hacer algo por ti algunos de estos días?
El león estaba tan emocionado ante la idea de que el ratón pudiera ayudarlo, que levantó la pata y lo dejó ir.
Algún tiempo después el león se vio atrapado en una trampa humana y, los cazadores lo ataron a un árbol mientras buscaban un carro para llevarlo.
Justo en ese momento, pasó el ratoncito, y al ver la triste situación en la que se encontraba el león, se acercó a él y pronto cortó las cuerdas que ataban a su nuevo amigo. El pequeño ratoncito logró salvar al león que, le estuvo eternamente agradecido y, desde entonces, siempre le dejó trepar a su lomo.
Moraleja: no subestimes las capacidades de otras personas porque parezcan débiles. Sé bondadoso con los demás, y los demás lo serán contigo.
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